Color agua y miedo
Abrazó el tiempo que tenía enredado en las pestañas.
Y unas palabras bailaban lapidando cada vez más la garganta.
Un gemido tropezó buscando un nombre con gotas de saliva oscura.
Y los sonidos morían ahogados; un grito intentaba escapar.
La noche avanzaba lento, minuto a minuto acumulaba angustia.
Y una hora pasaba distraída con la sonrisa ausente.
Un viento deslizaba una cabellera que apenas cubría esos ojos,
y una mirada diluida dueña de un color extraño; un color agua y miedo.
Un color que sabe que no le pertenece, un color que se ha sembrado frente al espejo.
Un golpe de sangre inunda su pecho. Y un latido miente, diciendo que es vida.
Y el pecho se llena, la respiración se acorta es entonces que la distancia duele.
Un latigazo cruza la frente; una verdad a media luz dice que no es.
Y un dolor sabe reconocerle.
Se desliza abrigando su espalda.
Una voz germina en la ventana y un rostro se aferra a su memoria.
Aquí, un color te extraña.
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